El día en que casi me maté
El día en que no conseguí matarme desperté con un tubo en la garganta, y una sed tremenda. No podía beber, y lo tenía bien empleado. El estómago lleno de carbón activo. La culpabilidad flotando en el aire. El miedo a que alguien supiera dónde estaba. El miedo a no saber, yo misma, dónde estaba. Sólo decían “Un hospital”. Yo quería saber qué hospital.
Sacaron el tubo y con él un trozo de alma. El desayuno me recordó a las meriendas que me salté en la guardería.
Me dejaron salir a fumar. Vi el arco de Moncloa a lo lejos, y me di cuenta. Todo había salido mal, y estaba viva. El sol me quemaba la piel. Empecé a llorar y una mujer compasiva se acercó a ofrecerme el cigarrillo que quería pero no traía conmigo. Me sentí más perteneciente a este planeta que nunca, y pensé que quizá querría volver a morir, pero nunca querría volver a matarme.