La Semana de la Moda de Valencia, o Valencia Fashion Week para ir internacionalizándonos ¿no?, convendría. Algo tan trascendente para unos y tan poco para otros. La cita con la moda valenciana ha estado pasando desapercibida fuera, algo que puede estar cambiando.
Se dio en Feria Valencia, concretamente en el pabellón 8 los días 2, 3 y 4 de Febrero. El colorín valenciano no faltó a la cita y con sus más que pensados outfits , llenaron el graderío y disfrutaron expectantes las ideas.
Los profesionales en la materia, periodistas especializados, tampoco eludieron el evento y se desplazaron desde México incluso para atender y cubrir los desfiles valencianos. Fueron unos 400 los acreditados, ahí es nada.
En cuanto a los diseñadores hay muchos muy válidos, que llevan trecho despuntando y que les espera una gran carrera, eso se nota, puede uno aventurarse a decirlo.
Entre ellos está Juan Vidal, una joven promesa, humilde e inseguro, no se cree lo que vale. Según algunos entendidos necesita promoción porque gusta y triunfaría si se diese a conocer más allá del mediterráneo. En esta edición ha creado a una mujer fuerte para llevar unos atuendos sólidos y con fuerza. Una mujer fatal y sensual, esa que encanta. A sus minivestidos en gasa les ha dado caída precipitada y ha diseñado gabardinas alejadas de los clásicos a los que estamos acostumbrados. Algunos de esos maravillosos vestidos en rojo se asemejaban a túnicas griegas en rojo, y más con las cinturas ceñidas en dorado. Sus características cremalleras tajantes mantienen su reinado pero pasan del plata al esplendor dorado.
Otra diseñadora a destacar es Nona, que se mantiene firme en su afán de superación. La diseñadora que en su día presentó en Cibeles Madrid Fashion Week sabe como leer la silueta de la mujer e interpretarla. Esta vez con una colección monocolor en negro ha salido airosa dando volumen en cuellos, hombros, caderas y escotes. La colección original y elegante, jugaba con la rigidez del tejido haciendo el vestido más ornamental, dramático y arquitectónico.
Tonuca quiso hacer una puesta en escena y una colección teatral inspirándose en el ambiente circense y en sus prendas clave. Fracs de domador en terciopelo rojo y berenjena. Volantes manifiestos y generosos y unas rebecas con función puramente estética que caían a modo de cuerdas por la espalda señalando al trapecista.
Alex Vidal tuvo éxito logrando recrear la estética british, Mini a la pasarela y todo. Utilizó tejidos muy invernales como lana o lana fria, a esta la trató como es debido e hizo capas, vestidos y faldas a bullones en gris. Al chico le gustaría desfilar en Milán.
Higinio Mateu sorprendió, su inspiración una firma de muebles, el resultado idóneo y acertado. La arriesgada apuesta barroca lejos de jugarle una mala pasada gustó.
Ion Fiz y Maya Hansen con el mérito que tienen aquellos que responden en dos plataformas, Valencia y Madrid. Siendo así las colecciones no fueron nada escasas. Maya Hansen demostró maestría entrelazando multitud de materiales y tejidos, primaba el desorden y desconcierto en los corsés. Ion Fiz cautivó con una colección elegante y sofisticada, también con transparencias que apetecían.
Zambrano y Miquel Suay que trabajan ambos para el hombre, se situaban en otra época que correspondía sin ninguna duda al futuro. Miquel Suay para despotricar contra lo establecido y gritar por la libertad y Zambrano para rebelarse contra una sociedad sumida en la reiteración y en la falta de diferenciación, para recrear lo dicho usó hormigas con bártulos a la espalda. El público desde el presente acogió con agrado las propuestas de leggins y pantalones ceñidos para el hombre.
Algo relevante es la percha, el casting de modelos se ha profesionalizado, algo meritorio ya que el presupuesto no era digamos desahogado. Nombres como Anna Tunhav, Marina Alonso o Rubén Cortada que despunta por cerrar un desfile de Alta Costura de Paris, ser imagen de Armani o Dsquared se visten con diseños de Nona, Tonuca y Juan Vidal entre otros. ¡Menudo contraste!, por el momento eso sí.
Al margen de esto, de esta edición se ha sabido por aquí y por allá, cuentan que en Mallorca se hicieron eco, cuando normalmente allí no nos contemplan.
Auguro un futuro dichoso a la Semana de la Moda de Valencia, hay algo que la empuja, la guía y la lleva por el buen camino, será la constancia y el tesón de diseñadores y productores. Ya se dice que es la segunda pasarela más importante de España, apenas está brotando y nos depara mucho. Soberbia.